¿Quién
fue Abel Carlevaro? En una carta a Mario Castelnuovo-Tedesco, a fines
de la década de los 50, Segovia escribió: ´tres de los guitarristas que
pelean por el primer lugar en Ginevra están entre mis alumnos: el
español Narciso Yepes, el venezolano Alirio Díaz y el uruguayo Abel
Carlevaro."
Longitudinal,
transversal, y presentaciones mixta, palanca y
eje son
solo
algunos de los muchos términos introducidos a la jerga de la
técnica
guitarrística por el maestro uruguayo Abel Carlevaro en su
revolucionario
libro de técnica Escuela de la Guitarra. Aun
recuerdo
los artículos que aparecieron en las revistas especializadas en
guitarras a mediados de los 80s, cuando la versión en
inglés
del mencionado libro impactó la escena guitarrística de
los
Estados Unidos. Algunos describieron al libro como
¨iluminador¨,
otros como ¨no ortodoxo¨... lo que no se puede negar es que
nadie
le fue indiferente.
¿Quién es
Abel Carlevaro?
En una carta a Mario Castelnuovo-Tedesco a fines de la década
del
50, Segovia escribió: ¨... tres de los guitarristas que
compiten por el
primer premio en
Ginebra
están entre mis mejores alumnos: el español Narciso
Yepes, el venezolano Alirio Díaz, y el
uruguayo Abel
Carlevaro.¨
El buen conocimiento de
Montevideo
y la movida musical ruguaya es muy importante a la hora de comprender
como
y por qué un músico de la talla de Carlevaro
encaró
la ejecución de guitarra de modo tan universal y
científico.
A principios del Siglo
20, Uruguay
era considerado como la ¨Suiza de Sudamérica¨. Una
solidez económica y la estricta mano imperial inglesa dejaron su
marca en muchas de las costumbres uruguayas y en el estilo de vida de
su
gente. Los exclusivos inmigrantes europeos en vísperas del nuevo
siglo daban a Montevideo y al Uruguay en general un carácter
prácticamente
inexistente en los países limítrofes. El nivel de
analfabetismo
en Uruguay es casi cero. Ésto dice mucho, especialmente
dado
que es generalizado el concepto de que Sudamérica está a
duras penas alfabetizada.
Desde
1933
hasta
cerca
de 1950, la región de River Plate pasó por
un periodo de prosperidad desconocido en el hemisferio sur, salvo por
Australia.
Era durante esta era dorada que Andrés Segovia llegó a
Montevideo.
Cuando Segovia comenzó a enseñar a Carlevaro, éste
último era ya un guitarrista renombrado. Mientras
que
la gente y los artistas en general sufrían las consecuencias de
una Europa atormentada por la guerra, Sudamérica ofrecía
el entorno ideal para el crecimiento, la expansión, y la
prosperidad.
El mundo de la guitarra vió a Agustín Barrios
Mangoré
y Abel Carlevaro moldeando al instrumento y su repertorio, y los
compositores
como Villa-Lobos agregaban a la inmensa paleta de talentos que le daban
un gran y muy necesitado empujón a la guitarra
clásica.
Como consecuencia, Segovia transcurrió y formó parte de
10
muy prolíficos años en Uruguay. Lo único que
podía revertir esta época de oro era el coqueteo de River
Plate con las dictaduras militares. La región sigue
pagando
sufridamente por este pecado.
Además de la
fértil
escena de guitarra sudamericana en la que Carlevaro estaba creciendo
como
músico, el otro factor clave que
contribuyó a su
futura grandeza
era su reacción única al estancamiento general en que la
técnica y construcción de guitarras se encontraba
hacía
muchos años. La escena de música mundial se estaba
aún ¨adaptando¨ a la introducción de la guitarra
al círculo elite de música clásica. La
guitarra
estaba hecha para tocarse como la tocaba Segovia. La guitarra de 8
cuerdas
de Tomás, la de 10 cuerdas de Yepes, y el sistema de dos
guitarras
en una, de Carlevaro, tendrían que esperar, pero las semillas
estaban
germinando.
No existe guitarrista
antes ni después
de Segovia que haya sido famoso mundialmente. Segovia tuvo mucho
que ver con ésto. De modo que sería justo decir que
después del enorme logro por parte de Segovia de lograr ubicar a
la guitarra como un ¨instrumento clásico respetado¨,
debía
pasarse al siguiente logro: hacer entender al mundo que el de Segovia
era
un ¨estilo personal interpretativo¨. Uno que dominó el
mundo
guitarrístico por casi un siglo. Sin embargo, había
muchas preguntas sin responder, y las voces que por muchas
décadas
habían sido calladas empezaban a oirse. Eso explica por
qué
muchos guitarristas eligen ir a Montevideo para trabajar con
Carlevaro...
o a Alicante para trabajar con Tomás o Las Rosas, o Yepes.
Yo tuve el honor y el privilegio de trabajar con los tres, y el que
más
me influenció de ellos fue Abel Carlevaro... las personas que me
lo recomendaron como ¨el profesor para ti¨ eran personas que yo
respetaba y en quienes yo confiaba: uno de mis maestros, el
español
José Tomás, y el constructor de guitarras Manuel
Conteras.
Eran personas
prácticas.
Sabían de lo que estaban hablando. Después de
mostrarme
20 guitarras en su estudio de Madrid, y ver que no me entusiasmaba
ninguna
de ellas, Manuel Contreras me dijo: - Espera un momento.
Se dirigió a la
escalera
que llevaba al estudio en el subsuelo y volvió con una guitarra
de aspecto extraño y me dijo ¨Prueba esto¨...
empecé
a tocar a lo largo del diapasón y el sonido de este instrumento
era simplemente bellisimo y diferente... me enganchó. Le
pregunté:
-Qué es esto? y me dijo - es una guitarra diseñada por el
guitarrista uruguayo Abel Carlevaro... ésta se la estoy
construyendo
a él... Carlevaro es genial.¨ Diez minutos más tarde
ordené una para mí y le pedí a Contreras que me
diera
el número de teléfono de Carlevaro. La manera en la
que esta guitarra estaba construida se puede resumir así:
“Imagina construir una guitarra dentro de otra guitarra. El
instrumento
vibrador - interno - es libre para vibrar completamente porque no
está
siendo apañado por la caja.¨
Por otro lado, José
Tomás,
que sabía el esfuerzo que representaba para mí quedarme
en
Europa y lejos de mi familia, me dijo: - Renato, no has
considerado
estudiar con Abel Carlevaro. El hombre vive en Uruguay (Uruguay
está
a unos 2500 kms. al sur de Paraguay), y es un gran maestro¨ ...
Ahora,
díganme, ¿no les parece una obra de arte la vida?
Ahí
estaba yo, en Europa, a 13.000 kms. de casa, haciendo un esfuerzo
enorme
tanto económica como emocionalmente, corriendo detrás del
¨noventenario¨ Segovia para escucharle decir ¨Ah, yo era
guitarrista
mucho antes de nacer¨... o ¨Yo sentía la redondez de la
tierra bajo mis pies¨ ... cuando lo que yo necesitaba de verdad era
un maestro que me dijera ¨punteas la cuerda así, y levantas
el dedo así¨ , y que este master estuviera a solo 1300 kms.
de casa!!!
Las neuronas
empáticas, también
conocidas como neuronas-espejo, están siendo usadas por
científicos
especializados de la Universidad Médica de Lübeck y el
Departamento
de Neurociencia de la Universidad de Parma. Los
científicos
en estos centros han provado que las misma células del cerebro
se
estimulan cuando vemos movimiento, cuando pensamos en movimiento, y
cuando
emulamos el movimiento. El conocido dicho de Carlevaro: -
Prefiero
pensar 5 horas y trabajar una que hacer lo contrario, adquiere
más
validez que nunca. Su escuela se basa por completo en dejar que
la
mente procese cada movimiento sobre el diapasón antes de
ejecutar
el movimiento en sí.
Carlevaro insistió
en que
los guitarristas podían contar con más que una serie de
músculos
para lograr cualquier tarea, y que era la responsabilidad del artista
usar
la serie más apta de músculos para cualquier tarea.
Esta es la teoría detrás del concepto de
¨fijación¨.
un concepto que considera la anulación de ciertos grupos
musculares
mayores o menores, para lograr tipos específicos de sonidos y
movimientos.
Carlevaro no dejaba nada
al azar.
Si se le ocurría algo, era una cuestión de tiempo antes
de
que encontrara la forma de lograrlo. Uno de los días
más
importantes en la historia de la guitarra es el día que
Carlevaro
encontró la forma de eliminar los chirridos de la mano izquierda
en el diapasón; un fenómeno que amenudo se ignora,
con poca consideración hacia la reacción molesta y anti
estética
que produce en el oyente. Cuando otros instrumentalistas nos
oyen,
se preguntan cómo hacemos para soportarnos con todo ese
¨ruido¨
que sin duda no es parte de la música. La razón es
simple: muchos guitarristas simplemente ignoran el ruido de las
cuerdas.
Sus mentes aprenden a ignorarlo... audición selectiva. No
hay otra explicación. Imagínate esta linea de
pensamiento:
¨Toco el do suavemente, luego hago chillar la quinta cuerda y
finalmente
toco el mi suavemente.¨ ¡Imposible! Por lo tanto, esto es lo
que pasa en algún lugar de la cabeza de muchos
guitarristas:
¨Toco el do suavemente, ignoro el chillido horrible en la quinta
cuerda,
y finalmente toco el mi suavemente.¨
- ¿Cómo
elimino estos
ruidos? solía preguntarle a Carlevaro, y el respondía: -
Primero dime: ¿cómo los produces? Porque los haces tan
bien
que supongo debes haberlos practicados por horas!
La peor parte de no poder
eliminar
los ruidos de la izquierda era que ni siquiera sabía como los
producía
en primer lugar. Entonces eliminarlos era en realidad dos problemas en
uno.
Carlevaro me hizo mirar
otra vez
a mi mano izquierda en cámara lenta y después me
preguntó:
- ¿Qué tendrías que hacer para eliminar ese
chillido?
Yo miraba una vez más a mi mano izquierda en cámara lenta
y no pasó mucho tiempo antes de que me obtuviera las respuestas
- alimenos algunas. Entonces él me guiaba a través
del resto del proceso. Así era la enseñanza de
Carlevaro.
Piensa, piensa, y piensa otra vez. El resultado era obvio:
empezabas a desarrollar tu propia técnica un pasaje musical
después
de otro. Sobre el repertorio, enfatizó que se aprende la
técnica
a través del repertorio y no al revés. Es decir,
primero
eliges el repertorio según tu gusto musical, y cuando llega el
desafío
que sea, creas tu propio ejercicio para superarlo. Así,
la
técnica se vuelve un proceso creativo.
Cada una de las
dificultades técnicas
es triturada una y otra vez por la mente, y así llegan las
respuestas
que luego se traducen en movimientos sobre el diapasón.
Uno
se desilusionaría si creyera que Carlevaro tenía
respuestas
a problemas técnicos o que se metería en la jerga
técnica.
Lo que él tenía eran preguntas y más preguntas,
cuya
respuesta, a la larga, se presentaba ¨sola¨ a través de
uno.
Fui intérprete
simultáneo
para Carlevaro en varias ocasiones durante conferencias que dictaba en
Latinoamérica y la única vez que no me quedaron muy
claros
sus pensamientos e ideas fue cuando empezó a filosofar sobre la
música y el rol de la guitarra en eventos mundiales... sus
conceptos
técnicos nunca fueron difíciles de entender ni
traducir.
Cuando examinaba a
guitarristas que
gastaban tanta energía para tratar de compensar las posturas que
anatómicamente no funcionaban, Carlevaro decía
simplemente:
- Tocarían tanto mejor y por tanto más tiempo, con
posturas
mejores y más naturales.
Carlevaro se tomó
el tiempo
necesariop para estudiar la física y anatomía
involucrados
en tocar la guitarra. Su técnica está entre las
pocas
que ha llegado hasta tan lejos, y además logró transmitir
este conocimiento a sus alumnos. El talento puede cubrir muchos
defectos,
pero he conocido unos cuantos guitarristas que han tenido que abandonar
sus carreras debido a serios problemas físicos originados en una
posición equivocada al sentarse a tocar.
Guitarristas europeos,
sudamericanos
y asiáticos acudían en tropel a Montevideo, y
literalmente
seguían a Carlevaro, de una clase magistral a la
siguiente.
Muchos guitarristas estadounidenses, incluso, hicieron la
peregrinación
a Uruguay en los 80 y 90 para estudiar con Carlevaro en persona, y la
razón
es una muy simple: cuando estudiabas con él, te
descubrías
a ti mismo, el único que podía tocar la guitarra
soberbiamente
para tí. Y yo te recomiendo lo mismo: piensa,
piensa,
piensa.
artículo original de Renato Bellucci en inglés, publicado en la revista GuitArt International, ene/mar 2004. |